Este año, posiblemente sea el que más necesitaba parar. Alargué la temporada por correr en el paraiso de "Marismas del Odiel", en casa. No siempre puedo hacerlo, y este año me apetecía finalizar ahí, tras hacer por cuarta vez el triatlón Titán (mi favorito).
Ha sido una temporada con momentos muy buenos, como los que viví en la sierra de Cádiz, o el triatlón olímpico de Huelva, con un tercer puesto absoluto. Pero también con el abandono en el triatlón de Posadas, donde sin duda, era lo mejor que podía hacer.
La temporada que viene se presenta muy complicada para entrenar, con muy poco tiempo, inicialmente... Así que, aunque tardaré en coger el punto óptimo, dedicándome más a correr (sin perder de vista el nado y la bici), me motivan especialmente dos objetivos.
Por un lado, el Medio Ironman de Cascais (inscrito ya), el 30 de septiembre, a donde iremos un buen grupo de compañeros (Manu, Aaron, Fran Guti, Rafa Amazares, ya son de la partida), lo cual le da mayor interés y diversión asegurada para nuestros piques caseros.
El otro, es algo más exigente, y creo que me lo podré plantear, como en principio quiero. En Mayo del 2019 visitaré una isla, volcánica, la cual me es ya familiar, e intentaré que sea el pasaporte para competir en "La Meca del triatlón". Esto, me motiva especialmente, y será, en gran parte lo que me hará volver a vivir el triatlón, como siempre hice. No está concretado, al contrario que Cascais, pero creo que puede ser el año de volver.
Algunas imágenes de la segunda parte temporada, de la cual, siempre se aprende...
