martes, 26 de febrero de 2013

MARATÓN de Sevilla


Respeto. Mezclado con unas pequeñas dosis de miedo. Eso me transmitía la maratón. Malas experiencias desde la realidad de una inexistente preparación en las ediciones del 2005 (el año del granizo y la lluvia) y del 2007 (ko desde el km 30, corriendo "facil" hasta entonces) que me avocaron al vacío, ¡a ver el "muro"!. Y es que aunque algunos no lo crean, el muro existe.

Dos maratones en IRONMAN. Una en el 2009 en Calella, corriendo desde el km 25 de la maratón con el menisco roto. Y otra en Lanzarote en 2011, después de la paliza que me dió el viento en la bici. Con una preparación complicada, un año dificil para entrenar una prueba como esa.



Al miedo se anteponía la confianza en ciertos entrenamientos bien hechos, el prepararla de manera expecífica, como un objetivo en sí mismo, con lo que los volúmenes a pie para mí fueron de record. Nunca antes había corrido tanto. Pero sobre todo, la ilusión por hacerlo bien, dentro de mis posibilidades.
Me marqué unos tiempos que al poco vi que no conseguiría, así que reseteamos (media de Ayamonte). Rondar el 2:45 era más real. Acercarme lo máximo posible. En un buen día, lo podría hacer. Hay otras marcas que te la dan, entre otras cosas, la experiencia en la distancia, en como correr, y en como afrontar la preparación.

PREVIO:
- La última semana fue de intentar DORMIR todo lo que no puedo normalmente. La realidad es la que es, y si el bebé llora... Y si la nena pide agua a las 3 de la mañana... Pero bueno, sobre todo los 3 últimos días, pude dormir bien, e incluso alguna hora de siesta. Fundamental. La noche antes de la carrera dormí mal, aunque me acosté temprano. A las 5:40 en pie para desayunar y tirar para Sevilla en coche con los compañeros.

- ZAPATILLAS. Tuve un dilema con esto, y hasta la tarde noche del sábado no me decidí. Correr tantos km con las NB 890v2 que tan buenas sensaciones me transmitieron entrenando, hizo que al comenzar a entrenar con las NB 1080v3, las cuales eran las destinadas a correr la maratón, la cosa no fuera tan bien... Finalmente me decidí por las zapatillas más "conservadoras". Acerté.



- El PESO. Desde Diciembre (70 kg), hasta el día antes de la carrera (66.7 kg), fue irremediablemente reduciéndose, llegando a un límite que nunca he rebasado. Los primeros días de la semana intenté comer menos hidratos y más proteinas (sin llevarlo de manera estricta, sin "pasar hambre"), y desde el jueves aumenté considerablemente la carga de hidratos de carbono, así como la hidratación con agua e isotónica. Te sientes más "pesado", y es bueno para lo que vendrá, aunque sin pasarse.   




- MENTALIDAD POSITIVA. Afrontar una maratón supone una busqueda de los límites físicos, y es ahí donde la mente tiene mucho que decir. Los entrenos nos llevarán a poco a poco  a conocernos mejor, llevándolos algunos en situación de cansancio, con dificultad los sacamos, nos reforzamos, nos hacemos más fuertes para las situaciones que nos llegarán el día de la carrera, nos hacen visualizar y vivenciar aquello que viviremos, para... con mentalidad positiva, afrontarlo el día clave.

La carrera en sí es lo más "fácil". La salida fue a las 9:00 de la mañana, El día acompañó, y aunque se vaticinaba mucho frío, el sol nos acompañó, y la gente también.

Trotando ese día antes de la salida las piernas me decían que irían bien, al menos al principio... que esto es muy largo.

Dieron la salida y los ritmos son en los primeros km de 3:43-3:43-3:40... iba controlando... cómodo... el asfalto era "amable" y mis articulaciones no notaban su dureza. Ahí se debe controlar. Cogí un buen grupo donde Luís Salamanca (atleta cordobés) fue protagonista tirando. Era un grupo numeroso que al paso por zonas donde tocaban orquestas dispuestas por la organización o por donde había más público, se aceleraba. El ritmo era llevable para mí pero no para la maratón completa. No me podía dejar caer tampoco porque me quedaba solo así que hasta la media maratón (1:20:00) + 1 km, aguanté con ellos.


A partir de ahí empezó la maratón para mí.  Durante la carrera tomé 3 geles (km 10, 20 y 30), agua en un par de sorbos en cada avituallamiento, y algo de isotónica.
Intenté no irme mucho de ritmo en los km. Ya corría solo. La concentración es fundamental. Seguir metido en carrera a pesar de la dureza del asfalto, la cual antes no apreciaba. Dudas acerca de lo que podía aguantar muscularmente. De pulso, sin problemas. La media en carrera, 157 ppm. Del 23 al 30 me mantengo por debajo de 4'/km., y a partir de ahí... 4:00-4:00-4:03-4:02-4:05-4:08-4:12-4:03-... el más lento el 40 en 4:17... y vuelvo a bajar de 4 en los últimos 400 metros...

2 horas 46 minutos y 10 segundos, y la satisfacción de cruzar la meta de una maratón que he corrido y preparado con respeto hacia la distancia, y todo lo que supone.

2 comentarios:

Gonzalo dijo...

Buenas,

Enhorabuena por el blog. He leido que tuviste un problema leve con el menisco. ¿Cómo lo superaste? ¿Te operaste?
Tengo también deteriorado el menisco, pero el traumatólogo dice que no cree que sea necesario operarme. Me recomienda reforzar mucho la pierna. Nadar y bici sin problemas. Pero correr, no le puedo meter mano más de dos días...y me pego varios con dolor.

Un saludo

Juan González dijo...

hola Gonzalo
a mi el traumatólogo me recomendó que no me operase también y así hice. fue en el 2009. Era una rotura horizontal del menisco interno, era una rotura parcial. estuve unos días con la rodilla inflamada, tras acabar el IRONMAN. a la semana pude coger la bici en plan tranquilo, y nadaba algo. eran un par de semanas de no hacer mucho tras acabar la temporada. a las 3 semanas empecé a correr algo. a los 20' más o menos me volvía el dolor. 2-3 días sin correr y volvía a intentarlo. poco a poco el dolor se fue y hasta hoy... yo fui a Marco Jimenez, "especialista" en rodilla. es partidario de no intervenir, pero claro, si te duele siempre que corres...
un saludo y espero que pronto puedas volver a disfrutar de la carrera